La única incursión que Wilde hizo en la novela fue para dejarnos esta genial obra. Partiendo de una idea sumamente original (el protagonista que no envejece mientras su retrato va cargando con sus miserias físicas, y más importante aún, morales), el autor nos desgrana su visión de la sociedad y de la vida. Sus máximas tantas veces citadas, su idea del gentleman cínico y vividor (encarnado en lord Henry), la figura del dandy, y la idea de la belleza como ideal absoluto. Sin embargo, y pese al aura transgresora de Oscar Wilde, también vemos aquí la sombra vctoriana de su tiempo, y la conclusión fatal para los placeres y excesos cometidos.
hace 13 años
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