Don Quijote cabalga de nuevo. Pero ahora es una mujer, dama andante en un mundo de pesadilla, que vagabundea entre Londres y Nueva York. No son los libros de caballería los que la han enloquecido y lanzado al mundo, sino la experiencia transfiguradora de un aborto. La heroína de la historia no tiene que verselas con molinos de viento sino con izquierdistas que "siempre pretenden explicar el mundo", con dueñas de prostíbulos, transecuales y sacerdotes masoquistas que piden ser azotados. ¿Y que busca esta imprevisible Don Quijote? El amor, o quizá sólo el conocimiento de lo que es el amor, para así salvar al mundo.