Esta obra muestra una faceta poco conocida del premio Nobel de Literatura 1988 Naguib Mahfuz, en la que se desenvuelve con un raro talento y demuestra una ductilidad poco común. El retrato fiel de la vida en Egipto y la profundidad y calidez humana que desprenden todos los relatos dotan a la obra de una trabazón insólita y la convierten en una pequeña joya que sin duda sorprenderá al lector occidental.