Si hay un libro por el que queda claro que Vagas Llosa es merecedor del premio Nobel de literatura es éste. No sólo es una buena historia, entrelazada de otras historias y personajes elaborados, sino que la forma en que está escrita, entre dos planos, uno la conversación sobre la historia y otro la propia historia, es genial, pese a que inicialmente pueda desconcertar al lector. Los dos planos se acaban fundiendo en un brillante final. Uno de los mejores libros que he leído.
hace 16 años