June, solitaria, bella, divorciada y burócrata de alto rango, intensamente aficionada al bien vestir, sale un día a buscar ropa de cuero. La mueve un deseo difuso, y en las lujosas y convencionales tiendas que suele frecuentar no encuentra nada que le guste; en una de ellas acabarán dándole la dirección de una pequeña tienda que confecciona ropa de cuero según los especiales deseos de cada cliente. La tienda está en una de las zonas más duras de Glasgow, y allí June es recibida por Donalda y Senga, que astutamente la inducen a contemplar la fotografía de una mujer esposada, con la cabeza rapada, y vestida con la ropa que June desea -o descubre en ese instante que desea-. Días después, Donalda irá a casa de June a llevarle las prendas que ha encargado, y tras hacer el amor con su modista, la incauta burócrata acabará prisionera de sus ropas de cuero y en manos de Donalda, Senga y Harry -nacida Harriet-, la mujer que posara para la fotografía que la fascinó en la tienda. Y tras esta orgía sadomasoquista inicial -e iniciática, en la que June descubrirá la verdad de su deseo-, Alasdair Gray, en un libro que, según afirma, combina «los atractivos de una novela con la variedad de una colección de cuentos», relata la vida emocional y sexual de cuatro mujeres, desde 1963 a 1990: Harry, aristócrata y pariente lejana de la reina de Inglaterra, escultora encerrada en sus obsesiones, que tortura para que la torturen; Donalda, madre soltera y prostituta; su amante Senga, que proporciona mujeres a Harry; y June, a quien el encuentro con las otras tres lleva a una nueva vida.