Nuestro objetivo sigue siendo revisitar ese puñado de obras consideradas clásicas con la proa puesta hacia la literatura, pero procurando que los vientos nos lleven también a las menos cartografiadas costas de la ilustración y de la imagen. Para ello, embarcamos con marinos curtidos en mil tormentas, autores y artistas de reconocido prestigio gracias a cuya generosidad y talento pudimos arribar con bien al lugar marcado en el mapa de nuestros sueños. Sin la colaboración de todos ellos, hubiera sido imposible traernos de esa isla el tesoro de papel que ahora tienes en las manos, por eso desde aquí queremos darles las gracias, pues hasta entre piratas eso es de bien nacidos. Stevenson decía que no hay deber que descuidemos más que el de ser felices. Al concluir este viaje, hemos descubierto con asombro que este libro se ha convertido en una aventura emocionante, que el deber que nos marcaba Silver se había transformado en un auténtico placer y, lo más importante, que era hermoso poderlo compartir. Sí disfrutáis del libro tanto como nosotros lo hemos hecho al realizarlo, Stevenson no podrá decir que nunca hicimos caso a su consejo.