Si bien la muerte sorprendió a Robert L. Stevenson (1850-1894) antes de que pudiera haberla concluido, la mayor parte de los especialistas consideran «El weir de Hermiston», novela que habría de ser publicada de forma póstuma en 1896, una obra maestra. Centrada en torno al antagonismo existente entre su protagonista, Archie Weir, y su padre, Lord Hermiston implacable representante de la justicia en quien se encarna, según explica en su prólogo Medardo Fraile, responsable también de la traducción, «la angustiosa incomprensión que padeció el novelista en su juventud por parte de su padre», los casi nueve capítulos que nos dejó el autor de «La isla del tesoro» compendian todas las cualidades de su genio creador. Acompaña al texto un apéndice que expone el desarrollo argumental que Stevenson proyectaba dar al resto de la novela.