Libro precioso. Lloré con este libro como no lo hice con los anteriores, y mayormente de felicidad. Todavía me inquieta saber cómo es que Travis terminó trabajando para el FBI; de hecho hubiera preferido que continuara siendo un feliz entrenador como lo describen al final de este libro... Pero bueno, no todo debe ser color de rosas; supongo. Del resto me encantó este libro; estuvo tan lleno de ese amor que hizo falta en los anteriores, y de hecho las cien páginas las sentí super cortas... Espero terminar de aclarar mis dudas con la saga Maddox.
hace 6 años