Lo mejor de la historia no es cuanto te gusta la música, que te inspira y te da la entrada para los capítulos, lo mejor para mí es que más que la historia de una suicida es la canción de una suicida... Lectora de Entreescritores
hace 9 añosNerea se pasea nerviosa y borracha por una azotea de Madrid en 1984, en los tiempos de la muy denostada y nunca bien ponderada “movida madrileña”. Mientras espera el mejor momento para precipitarse al vacío, intenta buscar la motivación y fuerzas necesarias que le ayuden a hacerlo. Desilusión, desesperación, desencanto… ¿hay algo que le impida hacerlo? ¿existe alguna razón por la que NO debería saltar al vacío? Andrea Feldman lo hizo antes que ella y tuvo sus cinco minutitos de gloria que, como su buen amigo Warhol afirmaba, es lo que todos queremos y necesitamos. KK, su amiga del alma y de fechorías, preocupada por su desaparición, la busca desesperadamente por los lugares que solían frecuentar cuando todavía se lo pasaban bien juntas. Suicida enamorada de la vida es en realidad una alegoría, el rise & fall de la “movida madrileña”: entre todos la mataron y ella sola se murió. Pero en versión tragicómica y con una banda sonora del trece. Porque la música lo intensifica todo. Y en los años 80, de forma muy especial.
Lo mejor de la historia no es cuanto te gusta la música, que te inspira y te da la entrada para los capítulos, lo mejor para mí es que más que la historia de una suicida es la canción de una suicida... Lectora de Entreescritores
hace 9 años