Una escritora de cuarenta años, en busca de la inspiración para acabar su novela y de relajación para afrontar una crisis de pareja, se aísla en la que antaño fue la vivienda de su familia y a la que ahora puede acceder gracias a la generosidad de su actual dueño y antes encargado de la finca. Sola, debe afrontar la muerte de su compañero en accidente de tráfico, a la vuelta del viaje que éste emprende para verla e intentar solucionar sus problemas. Al sentimiento de culpabilidad derivado de esa muerte, se une el agobio y la opresión por saberse juzgada por los vecinos del pueblo. En medio, ante su necesidad de entablar lazos desinteresados con los demás, las decepciones por ir viendo lo que esconde en sus intenciones todo aquel que se acerca a ella. Con un final en el que el destino de la protagonista se asemeja al de la de una de las leyendas que circulan por el bosque, “Sola” tiene su valía en las metáforas de los argumentos de sus tramas. Pese a la relativa lentitud en su desarrollo, puede más la habilidad de Gurt a la hora de representar, con determinadas situaciones, el miedo a vernos juzgados, la presión de la sociedad y la manera con la que desborda la incomprensión y no tener dónde asirnos en momentos de crisis personal. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 3 meses