En este libro singular, Leigh Fermor explora las remotas regiones del norte de Grecia (la Roumeli del título que ya no se encuentra en ningún mapa), del Bósforo al Adriático y de Macedonia al golfo de Corinto. Allí descubre a los sarakatsáni, pastores nómadas que viven entre peñascos y cimas, escala los pináculos de los monasterios de Meteora, viaja por los perdidos pueblos de Kravara—otrora famosos por sus ladrones, pícaros y mendigos—e incluso persigue las huellas de Lord Byron, en busca de unas extraviadas babuchas del poeta, hasta llegar a Missolonghi. Nos ilumina sobre los problemas de la herencia bizantina y las trazas de la dominación otomana. Como en Mani, publicada en esta misma colección y al que este libro acompaña y complementa, Fermor nos guía en un cálido viaje por una Grecia a la que se siente ligado por un profundo amor.