Uno de los más celebrados -e intrépidos- cronistas de la vida moderna explora, en esta espléndida colección de relatos, el gran tema de la intimidad, el amor y sus fracasos. Y sólo un narrador con la notable agilidad, penetración y sinceridad de Richard Ford podía recrear con tal perfección nuestros muy imperfectos esfuerzos para lograr lo que consideramos más importante en nuestras relaciones: ser fieles y sinceros, comprensivos y pacientes, honestos y apasionados y, finalmente, cariñosos con aquellos que nos importan o que, al menos -y a veces desesperadamente-, deseamos. Como en todas las obras de Ford, los escenarios son muy diferentes, la estación de Grand Central, el campo de Connecticut, una estación de esquí de Michigan o Nueva Orleans. Pero en todos ellos, lo que le atrae son las relaciones que comienzan o que acaban, los límites del matrimonio. Una visita clandestina al Gran Cañón nos revela una inmensidad aún más profunda. Una exigente mujer totalmente dedicada a su profesión celebra la Navidad con su implacable familia posnuclear. Una pareja va a pasar el fin de semana a Maine para tratar de recuperar la pasión que ha desaparecido de su vida. Un muchacho se enfrenta a su padre durante una cacería y sufre una decepción que cambiará su existencia para siempre. Mientras se dirigen en coche a una cena, una joven le confiesa a su esposo el asunto que tuvo con el que será su anfitrión esa misma noche...