André Brasio es un muchacho que toca el cavaquinho en la Banda Municipal de Praia (Cabo Verde) sustituyendo de vez en cuando a su profesor de música, el maestro Azevedo, un hombre ya entrado en años. Secretamente, y no sin cierto sentimiento de culpabilidad, el chico espera la ocasión para sustituir a su anciano maestro de manera definitiva. Un domingo, en la terraza de un bar, Brasio descubre que le han robado el cavaquinho, que buscará por toda la ciudad. Este periplo desesperado le sirve al autor para mostrarnos la ciudad, a los personajes más destacados del lugar (la maestra, el médico, etc.) y a una humanidad anónima en un peregrinaje que en realidad plasma la búsqueda de la propia identidad del protagonista.