En un lugar mítico y a la vez real –Petavonium–, el protagonista de estos relatos llega a la casa de sus antepasados para desvelar los secretos de su memoria y para enfrentarse con una realidad dura y misteriosa. Para lograrlo, el personaje no sólo tendrá que avivar sus recuerdos, sino que también deberá hacer una lectura de símbolos que se resumen de manera radical en dos: el de una mujer inalcanzable y el de las piedras –las «ruinas fértiles»– de un pasado legendario y arqueológico. ¿Qué busca el protagonista vagando obsesivamente por los montes del valle y qué encuentra? ¿Qué logra salvar de su memoria? ¿Quién le observa y sigue sus pasos? Al leer estos relatos, podemos pensar, con Miguel Torga, que lo más local se convierte en lo más universal cuando se contempla desde la desnudez y la sensibilidad del alma humana. La búsqueda del protagonista de Leyendo en las piedras, su abismarse en un pasado turbador, responde, en definitiva, a las preguntas últimas de cualquier ser humano.