Las tres hojas del tríptico que articula Los silencios de fuego entablan entre sí una relación dialéctica. Si «Homenajes y presencias» recoge reflexiones, casi siempre escépticas, sobre el triste deterioro de la cultura occidental y «Entre el bosque y el mar» las que le inspira la experiencia de la naturaleza, único mundo que escapa a la voluntad de barbarie que impone la civilización, «Tierra adentro» se propone como un indicio de esperanza en la capacidad del hombre para rescatar de sus propias silenciosas cenizas el rescoldo del que podrá extraer la armónica luz de una posible síntesis ideal.