Treinta y cinco poemas surrealistas en los que brilla la angustia, la injusticia social, la esclavitud del hombre por la máquina y la soledad. Gritos desgarrados de protesta que conmocionan la espiritualidad, que renuevan el lenguaje y que desazonan la razón. Sus interpretaciones pueden ser tan variables como los estados de ánimo de los corazones lacerados. Me gusta más el Lorca popular y trágico del "Romancero Gitano".
hace 8 años