Cuando Lorca fue asesinado en 1936, estaba en el apogeo de su madurez literaria, como demuestran las dos últimas obras que escribió: Diván del Tamarit y Sonetos del amor oscuro. Una y otra se complementan para dar lo mejor de Lorca: su dimensión popular y la valiente indagación en los claroscuros del deseo, con una claridad y crudeza que nunca antes se había permitido. Tras estar muchos años fuera de circulación, se recuperan en un solo volumen dos obras fundamentales de la poesía española del siglo XX.