Es una novela genial, con un lenguaje sin tapujos, contando las cosas como solo “una lela” , según ella misma, las puede contar, sin pelos en la lengua, sin corrección política del lenguaje, contada a borbotones, como una herida que sangra, porque no ve la malicia en las palabras, porque no sabe decirlas de otra manera, y porque se ayuda del diccionario, y en ese caso, lo dice: “sacado del diccionario” o “ídem”. Trata de las miserias de una familia extensa y disfuncional donde cabe madre, hermana con menos capacidad mental y en silla de ruedas, abuela, tías, tíos, primas y personajes varios. Y está contada desde el punto de vista de una joven con deficiencia mental, pero con un solo talento, la pintura. Es tan GENIAL que te saca la carcajada instantánea, a pesar de lo dramático que es el contexto.
hace 1 mes