La autora ofrece una singular mezcla de géneros literarios para rememorar cómo eran en su infancia las cosas y las personas que las poseían. "Comenzar este libro fue como encender una bombilla que hubiera ido iluminando, primero tenuemente y luego cada vez con mayor intensidad, la casa que nos esperaba a la vuelta de un viaje (...). Deambulamos entre las cosas y les preguntamos quiénes eran, pero ellas nos responden quiénes éramos nosotros". Así explica Esperanza Ortega la génesis de Las cosas como eran, singular mezcla de géneros que rememora cómo eran en su infancia las cosas y las personas que las poseían. Sin respetar un orden cronológico, la autora logra que la casa, la ropa, los alimentos, los ruidos, los muñecos, los colegios, las escaleras, los libros... nos trasmitan su mensaje profundo e inalterable.