Imposible... ¡Qué bella palabra, qué alta y qué brillante!, leemos en "Carta a don Juan". Es la misma voz adolescente que poco antes, en "Fuga primera", ponía en boca de la Luna: ¡Nunca te atreviste a vivir, mujer, y tenías en tu corazón la fuente de la vida! Los primeros textos de Carmen Laforet, n...