Trazada sin prejuicios ni sentimentalismos, la visión lúcida, tierna y sarcástica de la India que ofrece V. S. Naipaul no es el relato tópico o exótico al que el lector está acostumbrado, sino una representación viva de una sociedad compleja en la que la modernidad se teje sobre un fondo tradicional, un espacio lleno de aristas y puntos de vista diversos y contradictorios. El enfrentamiento entre musulmanes e hindúes, las transformaciones del papel de la mujer, la supervivencia de los antiguos rituales, la dinámica industria cinematográfica, la nueva literatura, los cambios en la institución familiar y la permanencia del sistema de castas, son aspectos que no escapan a la aguda mirada del premio Nobel de literatura 2001.