El proceso de gestación de Historias de la calle Cádiz surgió a principios de 1980. El elemento que da unidad a la obra es el edificio de la calle Cádiz, número 20, de Santander, en el cual transcurren casi todas las historias relatadas y que representa el punto de partida o de encuentro de una serie de personajes reconocibles y que nos transmiten historias más o menos verídicas con una poderosa carga formativa. Desde la calle Cádiz vivimos la historia real del naufragio del Cabo Machichaco en noviembre de 1893 frente a la bahía de Santander, vivimos el fuego que asoló Santander, el primer encuentro con el sexo de los muchachos de comienzos del S. XX, historias de la guerra civil, e incluso relatos que buscan en nuestro futuro, una vez decepcionados de todo, quizá en algún tranquilo balneario. Ediciones Irreverentes recupera fielmente el proyecto original que vio la luz en 1985 y los grandes temas en los que se agrupa el conjunto de relatos que nos presenta Joaquín Leguina. Hay reflexiones histórico-políticas, descripciones costumbristas y relatos con un tono íntimo y autobiográfico, sin olvidar la dicotomía amor-desamor. En Historias de la calle Cádiz no falta el recuerdo al golpe de Estado de los militares chilenos contra Salvador Allende, un momento histórico que Leguina tuvo que vivir muy de cerca y que describe de un modo magistral.