Encontramos en Cuernos retorcidos la narración de infidelidades matrimoniales, un París soñado, los fantasmas de nuestro tiempo, vecinas incitantes, traiciones políticas, diputados de mujeres indiscretas, verdugos incapaces de perdonar a sus víctimas, el marketing como ideología política, y como no, la encrucijada española; o dicho de otro modo; cómo vertebrar un país en el que los elementos disgregadores actúan con más fuerza y capacidad publicitaria que los integradores. Los protagonistas de este libro, que reúne lo mejor del universo creado por Joaquín Leguina a lo largo de su obra, se llaman Marlene Dietrich, Winston Churchill, Malraux, Picasso, Darwin, Ernesto Guevara, Althusser, Giorgio Bassani, Jorge Semprún, Javier Reverte, Samuel Beckett o Fernando Arrabal. En Cuernos retorcidos se mezcla la narración, el ensayo y los recuerdos personales. Hay cuernos porque hay relaciones amorosas, y son retorcidos porque el autor retrata una realidad de cornamenta rebosante de puntas y de intenciones sinuosas y agresivas, a la que se enfrenta con las armas dialécticas de la ironía, la sátira y el sarcasmo. El cosmos particular de Leguina queda concentrado, rebosante de humor, erotismo y recuerdos de los viejos maestros.