Si te gusta el cine de Tarantino (como a mi) o si eres un cinéfilo (versado en años 50-60) lo disfrutas como cualquiera de sus películas. Añade ciertas situaciones a las ya vistas en la película y no se limita a escribir el guión del film, cambiando por completo la cronología de la trama. La gran pega es la cantidad ingente de referencias al Hollywood de los 60, donde demuestra un trabajo de documentación impresionante, pero para quienes no somos muy duchos, en ocasiones se hace pesado. Tendremos en Quentin un novelista brillante en el futuro, al tiempo.
hace 3 años