Cuando el padre de Mariah Clarke es asesinado en un asalto a su coche, la angustiada joven hereda Hartley Manor, una imponente casa señorial que su dueño anterior, George Burke, quiere recuperar a toda costa. La única manera de evitar sus planes y sus insólitas pretensiones amorosas es decirle que está casada; no existen otras opciones para una joven en la Inglaterra del siglo XIX. El destino la apoyará en su desesperada historia, trayendo a las costas de su propiedad a Adam, un joven amnésico, quien acepta enseguida lo que la joven le cuenta. Pero Mariah sabe que tendrá que decir la verdad en algún momento, aunque los irresistibles ojos de Adam vayan convirtiendo ese delirio de su imaginación en una realidad cada vez más tentadora, sensual y peligrosa para una chica que quiere mantener su honor. La inocente justificación que comenzó en su cabeza le hará perderla por completo.