El sobrino del mago es una lectura sencilla, apta para el público infantil, juvenil y para todas las edades, en definitiva. Sin embargo, es excesivamente moralista y refleja claramente el dualismo cristiano. A Aslan, el león creador de Narnia, se le identifica fácilmente con el dios cristiano, encarnación del “bien”, mientras que a la reina Jadis, además de ser calificada como bruja, se la puede identificar perfectamente con el demonio, ambicioso y tentador, la encarnación del “mal”. El sobrino del mago es una historia alegórica, contextualizada en el Londres de finales del siglo XIX y claramente influida por las novelas para niños de Edith Nesbit y por las novelas de J.R.R. Tolkien. Es una historia llena de magia, de animales parlantes, de anillos poderosos, de lugares intermedios que dan paso a otros mundos… Contiene muchas referencias al resto de libros de Narnia publicados previamente, especialmente al titulado El león, la bruja y el armario, pero en El sobrino del mago se aclara el origen del armario precisamente como nuevo portal de acceso al mundo de Narnia y se explica también el origen de la farola que aparece en los otros libros de Narnia, situada siempre en el Erial, lugar donde acontecen los sucesos más destacados de la saga completa. La farola surge como símbolo de la luz que ilumina las tinieblas, símbolo de fe, de creencia en esa mentalidad dualista que de una vez por todas deberíamos superar.
hace 5 años