Un caballero de posición acomodada, atormentado por los interrogantes que le plantean sus inclinaciones eróticas, se enamora un día de una niña de doce años a la que conoce por casualidad en los jardines de una gran ciudad europea. Incapaz de contener sus impulsos, el caballero decide acercarse a la niña casándose con su madre, una viuda cuyo estado de salud ofrece serias dudas. Tan metafórico como siempre, pero más explícito que nunca en las escenas eróticas, Nabokov se muestra en plena posesión de su talento creador, calibrando matices, midiendo efectos, mezclando astutamente lo trágico y lo cómico, el horror del pecado y el picante de la farsa, construyendo una trama perfecta, arrastrando al lector y cautivándole con el hechizo y la magia de las palabras. Esta novela, calificada por Nabokov como «la primera palpitación de Lolita» cuenta también, en efecto, una historia de paidofilia, pero con un enfoque, un desarrollo y una intensidad peculiares, y tan extraordinarios como los de la novela que hizo mundialmente famoso a su autor.