El ganso salvaje es la historia de un amor que apenas se insinúa, una oportunidad que no llega a término y que tiñe delicadamente la atmósfera del libro entero, entre la bella Otama, de blanquísimo rostro—hija de un comerciante empobrecido que se ve obligada a ser la amante de un ser repulsivo para mantener a su anciano padre—, y Okada, un apuesto estudiante que la entrevé en sus paseos diarios. Los dos jóvenes viven el brevísimo encuentro de sus miradas, y sólo cuando una imprudente celestina revela a Otama el nombre del joven, ésta se da cuenta de las proporciones que en su interior ha ido adquiriendo. Más tarde, una menuda tragedia doméstica hace que los dos jóvenes se encuentren cara a cara. Pero su amor nunca logrará su propósito: el azar, en forma de ganso salvaje, se interpondrá entre ellos. Alejada del lirismo sentimental y de la afectación, la novela vive un estado de gracia frente al sutil desarrollo de los hechos; una elegante contención que hace que la historia alcance los trazos de lo perfecto.