Es necesario que los libros desaparezcan o que nos engullan, he calculado que en el mundo aparecen de ochenta mil a cien mil obras al año, que, con tiradas de mil ejemplares de media, suman más de cien millones de ejemplares, de los cuales la mayor parte no contienen más que las mayores extravagancias y las quimeras más absurdas, y no difunden más que prejuicios y errores. (…) Como bien dijo el Hamlet de nuestro gran William: Words! Words! Words!, palabras... que pasan y que ya no leeremos más. (Octave UZANNE. Este libro es, quizás, el relato más interesante e incisivo de la obra de Octave Uzanne, pues ya en fecha tan temprana como 1894 anunciaba el fin del objeto libro que, según él, sería sustituido por artefactos mecánicos para uso de los lectores. Hoy día, augurar el fin del libro impreso no nos suena descabellado, pero hace más de cien años sí lo parecería. Este volumen recoge, además, una selección de relatos de bibliofilias y bibliomanías, y otras curiosidades y rarezas librescas.