El espejo en el espejo fue escrito por Michael Ende en el año 1984, pero se nos presenta aquí en una nueva traducción y en una edición anotada que hará las delicias de los amantes de la obra de Michael Ende. Para el que no haya leído el libro, recomiendo leerlo sin orden, al azar, con la misma soltura con la que leíamos los cuentos de la infancia. Las ilustraciones del pintor surrealista que fue el padre de Michael Ende, Edgar Ende, salpican aquí y allá la obra y la hacen, así, más deliciosa. Ecos borgianos con referencias mitológicas al laberinto, nostalgias kafkianas obsesivas, inquietantes, que no llegan a oprimirnos, pero sí a conmovernos, y la sutil y desbordada imaginación acompañada de una prosa sencilla conforman este libro que hay que leer en algún momento de la vida. Para todas las edades. Para cualquier lugar. Una joya. (Elsa Veiga, 4 de enero de 2016)
hace 8 años