Es corto el pasillo del imponente palazzo romano pero jamás alcanzaremos su final. Es ancho el zaguán de la villa magnífica, y ahí lo tenemos, invitándonos a entrar, engañándonos con una oferta de facilidad. Si te lanzas al mundo para aprender la admiración, ¿adónde debes dirigirte?. Los cuentos de Michael Ende demuestran que existe la libertad y que la fantasía es nuestro mejor rescate. La prisión de la libertad secuestra al lector y se lo lleva a un mundo de colores abigarrados, de enigmas y milagros y señales misteriosas. Y sin embargo nunca nos perderemos en los pequeños universos de cada cuento, porque sus raíces están en nuestro propio interior. Este volumen contiene ocho narraciones de Michael Ende: excelentes, tiernas, tristes, crueles. Cada una de ellas posee su propia perspectiva, su propia estructura, su propia solución estilística. Las figuras y los tiempos, los sucesos inauditos, los cambios inesperados, contados por el Gran Maestro de la literatura fantástica, son fenómenos que nos sorprenden, sí, que nos provocan un maravillado asombro, pero que acabamos aceptando con naturalidad. Son, a fin de cuentas, verdades que siempre hemos sabido. Pasadas por el filtro mágico de la fantasía interminable.