Se trata de una novela corta, unas 150 páginas. En esta ocasión, el protagonista, un antiguo miembro del Partido Revolucionario Ruso, relata en un escrito parte de su vida y en especial el “Caso Kurílov”. Hijo de deportados políticos rusos, pasó parte de su infancia en Suiza y en 1903 recibió el encargo de asesinar a Valerian Alexándrovich Kurílov, ministro de Instrucción Pública ruso, y al que apodaban “Cachalote” por su “ferocidad y voracidad”. Con una identidad falsa, el protagonista logrará entrar a trabajar al servicio del ministro, y poco a poco irá descubriendo que tras una coraza de apariencias, se esconde un hombre distinto, que provoca en el conspirador sentimientos contradictorios. Es una de las novelas más sencillas que he leído de la autora, sí que tiene una buena descripción psicológica del personaje de Kurílov, pero la trama en sí es simple y previsible. Pero está muy bien escrita y me ha gustado, quizá porque tengo predilección por esta autora.
hace 12 años