Novela autobiográfica escrita con el halo de nostalgia y romanticismo que suele envolver los recuerdos de la infancia y la juventud. El autor – protagonista, se cría bajo la tutela de su madre que malvive con empleos precarios intentando sacarlo adelante y a la que él adora y bajo la permanente sensación de vacío que le ha dejado la desaparición de su padre. La falta de recursos económicos les obliga a vivir largas temporadas en la casa de su abuelo, un personaje mezquino y extravagante, donde convive con su abuela, sus primos y sus tíos. La falta de su padre hace que JR busque desde niño un modelo masculino al que seguir, y este modelo lo encuentra en su tío Charlie y en sus amigos. Aquí entra en juego el segundo personaje principal de la novela, el bar Dickens (rebautizado como Publicans) y los hombres que por él transitan, el dueño, los camareros, el cocinero, los clientes… un auténtico microcosmos donde JR encuentra o cree encontrar lo que está buscando.
Vemos crecer al protagonista, sentimos su vacío, entendemos su búsqueda constante, lo acompañamos a la Universidad, lo vemos fracasar, decepcionarse, enamorarse y emborracharse mucho, y sobre todo, maduramos con él.
Esta es una novela muy masculina, con aroma a tabaco y alcohol, a apuestas, carreras y sexo, que nos presenta un montón de personajes, en su mayoría hombres, con una personalidad mucho más compleja de lo que parece y bastante alejados de estereotipos y donde las mujeres tienen un protagonismo secundario pero con una influencia muy importante en toda la historia. Es una novela que requiere su tiempo, es larga, de ritmo sosegado, muchas veces lento, no ocurre nada que podamos calificar como asombroso o extraordinario y aun así es una novela extraordinaria y en muchas de sus partes verdaderamente deliciosa.
hace 8 años
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