Care Santos recupera viejas historias familiares y anécdotas vividas o escuchadas para escribir esta novela y consigue recrear un mundo muy vivo, donde parece que en cada momento nos podamos adentrar por las calles y callejones de aquel antiguo Mataró industrial, sintiendo sus olores y disfrutando de las pequeñas historias cotidianas de personas anónimas. Una historia también de hombres modernos, con empuje y espíritu empresarial, pero sobre todo de mujeres que a lo largo de los años saben sacudirse los convencionalismos para crecer como personas. La década de los 20 son años de crecimiento. Es cuando Teresa Pujolà —la futura abuela— es joven y tiene toda la vida por delante, cuando la prometen con un futuro notario a quien no ama, y termina enamorada del lechero, Claudio. Una época de muchos cambios e innovaciones que chocan con las tradiciones de la burguesía y con las convicciones de una iglesia demasiado carca que ya se está quedando atrás y que en Mataró tiene su altavoz en la publicación El Pensamiento Mariano, de lectura obligada en todas las casas acomodadas y durante los veraneos en Argentona.