Este volumen es el resultado del periplo de Galdós por Italia en el verano de 1888. Se unen aquí la ágil pluma de Galdós, su proverbial capacidad de observación y penetración y sus conocimientos artísticos, con la crónica histórica y la crónica de viajes. Todo ello conforma un singular homenaje de Galdós a Italia que nos traslada su visión, encantadoramente subjetiva, sobre ese maravilloso país. Roma, Turín, Milán, Verona, Venecia, Padua, Bolonia, Florencia y Nápoles desfilan suceisvamente ante los ojos del lector en esta obra de muy amena lectura, que nos traslada ese "museo vivo" que es Italia, aquí con sus interesantes matices decimonónicos y con sus encantos eternos.