Es un libro muy fácil de leer, entretenido y con un estilo elegante – ad hoc a la época- de parte de la autora que indudablemente invita a seguir con la trilogía. La primera parte es bastante introductoria pero necesaria seguir con el desarrollo de los personajes. La ambientación me encantó. Tiene la descripción justa para imaginarse los lugares donde la historia se mueve pero sin caer en detalles que aburran o entorpezan la lectura. Tiene varios ejes románticos e historias de amor (y rencor) en todas sus formas: padres e hijos, amigos, abuelos y nietos. Además, hay un misterio que se presenta al inicio de la novela que aumentan las ganas de llegar al final para develar la intriga. Hay dos cosas que no necesariamente son negativas pero sí me llamaron la atención. La primera es que un personaje que, si bien se presenta como principal en la sinopsis, tiene una participación poco trascendente en la novela y cuando por fin toca su turno, su historia – que tenía todos los elementos para un desarrollo interesante – pasa rapidísimo. Ahora, sumo a lo anterior que el final del libro no es tal. Las historias quedan abiertas y se hace necesario seguir con el segundo libro, donde espero (y creo) que esta protagonista algo extraviada aparecerá con una participación importante.
hace 3 años