Cancion Dulce, de Leila Slimani, cabalga entre el thriller, la novela psicológica y la crítica social y la verdad es que lo hace de manera brutal, sin ambages y con rotundidad. La novela, que arranca con una escalofriante escena, atrapa (o espanta) al lector desde el principio. A mí me atrapó sin fisuras. La autora con un ritmo pausado, pero que no da tregua, nos presenta por una parte a un personaje sumamente inquietante y perturbador; una bomba de relojería con una apariencia frágil, que sabemos va a explotar en cualquier momento, lo que nos mantiene en vilo enganchados a una historia que al mismo tiempo y sutilmente aborda los problemas de la sociedad actual, la anteposición del bienestar económico a la unidad familiar, los prejuicios raciales y culturales, el desamparo, la desesperanza, la soledad…mientras la trama se va desarrollando de manera fluída e inexorable hacia un desenlace que tememos y en el que vislumbramos la frustración, el resentimiento y la locura. Una novela dura, implacable y magníficamente construída, que angustia, conmueve y remueve, pero que cautiva sin paliativos. Me ha gustado muchísimo.
hace 8 años