Interesante novela estructurada a partir de los diarios de dos profesores universitarios, uno sueco y otro español, durante el verano y parte del otoño de 2018. En ellos podemos ver la deriva que llevan sus vidas: una espiral autodestructiva que conlleva infidelidades, ludopatía, fraude académico... El ritmo, a partir del yo subjetivo de los diarios, a veces se torna algo lento ante la carencia de diálogos, y por qué no decirlo, ante lo intrascendente de sus descripciones de viajes o la profundización en un ámbito académico que se antoja un tanto tedioso, pero la pericia narrativa del autor ayuda a sobrellevarlo de forma amena, pues hace que la trama fluya con absoluta eficiencia, eso sólo es cuestión de talento y este autor lo tiene a raudales. Al principio, existe cierta descompensación en cuanto a los personajes, uno es bastante más interesante que el otro, salvo en el tramo final, cuando se produce en la historia un hecho inesperado que evitaré destripar. Particularmente, el cambio de género en el desenlace, aunque original, me dejó algo frío, principalmente porque, en mi opinión, le resta verosimilitud al desarrollo natural de los personajes, como si todo quedara demasiado contenido. En definitiva, es una novela con elementos mejorables, sin duda, pero que merece la pena gracias al gran desempeño narrativo del autor, con un estilo ameno y sencillo capaz de transportarnos por la vida de dos perfectos desconocidos cuyas vidas, a priori, no nos incumben. A destacar, y mucho, el nivel intelectual que Ganzo Mateo muestra al desenvolverse como pez en el agua en diversos campos académicos, históricos, musicales, literarios... En ese sentido, no queda duda de que estamos ante alguien con un extraordinario bagaje cultural.