Bohumil Hrabal se está convirtiendo es uno de mis autores favoritos. Esta es la tercera novela suya que leo y he sentido lo mismo que con las otras. Hrabal escribe de forma maravillosa, con un estilo que me atrapa y me arrastra como una riada, me encantan su humor extravagante y sus personajes, que aunque son muy imperfectos me resultan entrañables, y conecto totalmente con los pensamientos que plantea y con su manera de ver la vida. Yo nunca he servido al rey de Inglaterra y tampoco al emperador de Etiopía pero a pesar de ello, sé que Bohumil Hrabal es un escritor muy grande. Esta novela es una fábula moral. Un chico humilde que empieza queriendo ser como los millonarios y acaba pensando de manera distinta. No es tan redonda como las otras dos que he leído (la soledad ruidosa y los trenes vigilados) pero también es muy disfrutable y recomendable. De los muchos personajes memorables que aparecen creo que recordaré mucho tiempo a la abuela cazadora de calzoncillos usados y al niño del martillo y los clavos.
hace 10 años