He perdido la cuenta de cuántos libros de Murakami he leído; es obvio que es mi autor favorito. Podría contar los pocos que me faltan, y aunque sus obras suelen seguir una tónica común y algunos podrían interpretarlas como absurdas o pretenciosas, sigo sorprendiéndome con ellas.
En esta ocasión, nos adentramos en dos realidades paralelas que, a primera vista, parecen alejadas. La primera narra un futuro distópico y deshumanizado donde la carrera científica se centra en quién puede modificar la conciencia y separarla de su propio ser. La segunda nos lleva a un mundo frío y despersonalizado donde los humanos vagan en una eternidad vacía, carente de emociones. El autor logra tejer una historia que entrelaza ambas tramas, reflexionando sobre la condición humana y su dualidad: lo racional y lo emocional. También se exploran temas como el paso del tiempo, los recuerdos que surgen de este y los sentimientos contrapuestos, que son lo que nos configura como seres humanos. La conclusión es que, al intentar eliminar estas "imperfecciones", no se alcanzaría algo perfecto, sino una existencia despersonalizada.
Personalmente, el libro tuvo un claro “in crescendo”. A medio camino, sentí que se volvía algo tedioso y repetitivo, y creo que, incluso excluyendo algunas partes, el resultado final podría haber sido aún mejor. Sin embargo, especialmente las últimas 200 páginas me parecieron muy buenas, cerrando las dos historias entrelazadas y llegando a reflexiones muy similares.
hace 1 mes
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