Estupendo libro. Toda una sorpresa. Un magnífico paseo por el sacrificado mundo rural: plagado de malos recuerdos, de amargos sinsabores, de angustiosas ataduras... Pero también de instantáneas gozosas, de emocionantes vivencias, y de divertidas anécdotas. Un reencuentro para reconciliarse con el pasado -a modo de cómics o de tiras ilustradas- en el que el mal llamado progreso asoma los bigotes, esbozando una bonita estampa de lo que fueron -en un determinado momento-, los pueblos de nuestra "piel de toro". Agustín Sánchez Vidal no es Delibes. No tiene ni su aspereza, ni su gran pesimismo vital. Pero si es un gran escritor, que plasma con sencillez y con seco lirismo, esa cruda y bella realidad de la comunidad agraria de los años 40 y 50 en España.
hace 7 años