‘A menudo se nombra a Stephen King y a Neil Gaiman entre sus influencias, lo que esta joven acepta con entusiasmo de fan, pero sin amputarse de sus raíces patrias: en lo más profundo de estos cuentos laten Gógol, Bulgákov y el mejor cirujano-basurero mundial de la obsesión humana, Fiódor Dostoievski.’ Del prólogo de Ismael Martínez Biurrun.