La autora de la aplaudidísima obra teatral Arte debuta en la novela con el monólogo de un padre que al final de su vida se dirige a su hijo para expresarle su rencor contra parientes y amigos, contra la gente con la que se cruza en la calle y sobre todo contra él, su hijo. Un hijo que se ha adaptado a nuestra época blanda y consumista, en la que reinan la trivialidad de las apariencias y la prudencia timorata, un hijo cuya única ambición es ser feliz y broncearse bajo los cocoteros. Un libro tonificante, escrito con la energía de la desesperación.