Hilda y Rupert Foster son un matrimonio ya maduro, feliz y acomodado, de la clase media inglesa, que se apresta a celebrar su 20º aniversario de boda, convencido de que pocas parejas han logrado una compenetración y amor mutuo como el que ellos mantienen, a pesar del paso de los años. Hilda es una mujer sensata que disfruta como ama de casa, y Robert un funcionario con visos de filósofo a punto de terminar un libro. La fiesta de conmemoración de su aniversario, a la que solo asisten Simon, el homosexual hermano menor de Rupert, con Alex, su actual pareja, se verá interrumpida por la llegada de la hermana menor de Hilda, Morgan que, tras haber abandonado a su marido hace ya un tiempo, regresa ahora de Estados Unidos destrozada por la ruptura de su relación amorosa con Julius, un amigo común a todo el círculo de los Foster. Julius, por su parte, también ha regresado a Inglaterra, y se deja ver en el entorno de sus amigos. Personaje ambiguo y mefistofélico, urdirá un juego que, en realidad, se convierte en un experimento cruel para todos los afectados. Como en otras ocasiones, la autora aborda la fragilidad de los lazos amorosos y las uniones matrimoniales, así como la vanidad y la capacidad de autoengaño de los seres humanos.