Recuerdos íntimos de infancia y de familia que muestran la verdad desnuda de la vida. Episodios dispersos y deshilvanados cargados de humor, de ironía, y que reabren -sin querer- ligeros dramas o pequeñas heridas. LLucia Ramis ha sabido ahondar en su pasado sin caer en bobos o burdos sentimentalismos; y ha logrado plasmar de forma sincera y sin tapujos, de que pasta están hechos los sólidos cimientos que sustentan las relaciones familiares. Una mirada retrospectiva con la que se sentirán muy identificados tanto los treintañeros como los cuarentones. Bastante recomendable.
hace 8 años