«¿Justicia? La justicia se encuentra en el otro mundo. En éste lo que hay son leyes», reza, de manera muy significativa, el inicio de la novela. En Su pasatiempo favorito, la ley es omnipresente debido al interminable número de litigios, a cuál más rocambolesco, que atestan sus páginas (en especial, y de manera central, la demanda por plagio que Oscar Crease, un profesor de universidad, interpone a un productor de cine), pero no sabríamos decir si en esta trama de timos, farsas e intereses hay el menor atisbo de justicia. Así las cosas, no es de extrañar que la visión que Gaddis nos ofrece del sistema legal estadounidense sea tan hilarante como desencantada. Publicada en 1994 y ganadora del National Book Award, Su pasatiempo favorito es la cuarta novela de Gaddis, y la última que publicó en vida. Si en la también monumental Jota Erre (merecedora de otro National Book Award) Gaddis lanzaba sus dardos contra la locura financiera que domina su país, en esta ocasión se centra en otro de los deportes estadounidenses por antonomasia: el afán por pleitear, tras el cual no se esconde sino la fiebre por el dinero, la auténtica religión de nuestro tiempo.