Lo bueno:
Hay una sensación de progreso en el personaje de Cathy, quien pasa a un papel secundario en esta entrega de la saga (¡Gracias a Dios!); por otra parte, hay uno que otro aspecto redimible en cómo se reflejan las distintas aristas del amor en la narrativa.
Lo malo:
Me parece una una novela difícil de leer y de ejecución torpe. Los múltiples narradores no ayudaron mucho tampoco. Y bueno, como ya he dicho antes, Cathy es un personaje hermosamente construido, pero terriblemente detestable. De hecho, V.C. Andrews solo pareciera poder generar empatía a través de la miseria. Si los personajes no sufren vejaciones, entonces se caen sus fachas para revelar que son tanto o más terribles que los antagonistas.
Lo cierto:
El tercer libro de la Serie Dollanganger fue una lucha. Yo procuro terminar las sagas que comienzo, así que llegar a la última página era más un tema de compromiso que interés verdadero. Varios de mis amigos lo disfrutaron, pero yo no lo disfruté. No pienso seguir con esta saga. Como todo lo relacionado con el arte, mi apreciación es subjetiva, pero me parece que es una novela que fracasa en cumplir su cometido. Veredicto… ¡No la recomiendo!
hace 7 años
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