La vida del ingeniero Fortes ha perdido toda la luz y la inspiración de antaño y está instalada en una grisura que le lleva a hacerse cargo de una voladura en un pueblo turolense. Su alcoholismo pasado, su divorcio, su carácter de eterno segundón se aligeran cuando se adentra en el fascinante orbe rural de personajes peculiares que llevan consigo una historia, una vida por contar, y que se rigen por hábitos atávicos que contrastan con el pasado urbano del protagonista. Cuando el ingeniero empieza a formar parte de ese paisaje humano, de ese microcosmos de relaciones cruzadas, recibe un extraño y a simple vista turbio encargo de su empresa: deberá ir a Valencia a entregar un maletín con dinero.