Excelente desde el principio hasta el fin. Esta simpar novela homenajea a todas aquellas grandes obras de los años cincuenta y sesenta, que supieron definir como nadie la acomplejada situación de la España de finales de la posguerra. Narraciones que se desangraban vivamente; haciendo mella en un realismo social y colectivo que denunciaba injusticias, liberaba espantos y despertaba conciencias. Una crítica abierta y dolorosa a esa Cataluña rural casposa en la que imperaban las habladurías, las maledicencias, los rencores, y la asfixiante opresión de la iglesia. Un pequeño microcosmos en el que la vida gira entorno a una fábrica textil, en la que los protagonistas se nos hacen totalmente corpóreos, auténticos... destilando la mayoría de ellos una amarga saña ponzoñosa y vil... Perdedores o títeres -más o menos controlados-, que se ahogan en un angustioso servilismo no carente de indignidad, despotismo y miseria. Está muy bien escrita. Vale mucho la pena leerla.
hace 8 años