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MISIÓN EN PARÍS.  (Alatriste VIII)

MISIÓN EN PARÍS. (Alatriste VIII) PÉREZ-REVERTE, ARTURO

Portada de MISIÓN EN PARÍS.  (Alatriste VIII)
Nota media 7,60 Muy bueno 20 votos 8 críticas

Resumen

«Sonaba la medianoche en los relojes de París cuando entraron por la puerta de Saint-Jacques cuatro jinetes tan seguros de sí mismos como el trote firme de sus caballos».

Es medianoche. Íñigo Balboa, que forma parte de los Correos Reales del rey católico, aguarda expectante la llegada del capitán Alatriste, de Francisco de Quevedo y de Sebastián Copons a París, donde se encuentra para entregar unos despachos al conde de Guadalmedina. Hace casi un año que no se reúnen, cuando acabó la arriesgada encomienda que tuvieron que afrontar en Venecia. Son tiempos complejos para Francia: desde hace unos meses, los hugonotes de La Rochela, con apoyo inglés, están viviendo un duro asedio por parte de las fuerzas francesas a las órdenes del cardenal Richelieu. Por mediación de Quevedo, Alatriste y sus amigos se ven envueltos en una peligrosa misión secreta ideada por el conde-duque de Olivares. Esta vez el objetivo es de tal magnitud, que la aventura a la que se enfrentan podría cambiar para siempre el curso de los acontecimientos.

8 Críticas de los lectores

Por el carisma del personaje, por la aparición de los mosqueteros, por la descripción de la ciudad y la época, por el ingenio de Quevedo, o simplemente porque la espera ha sido larga y hemos echado mucho de menos a Diego Alatriste, al pasar la última página nos quedamos con la sensación de que posiblemente estemos ante una de las mejores de la saga, si no la mejor.

Podríamos hablar de la evolución de los personajes, más desesperanzados y descreídos que nunca, de los paralelismos entre el Siglo de Oro y el actual, de las diferencias entre el pueblo llano y los poderosos, de la capacidad del dinero para doblegar voluntades, o del análisis tan acertado que realiza Pérez-Reverte de una época que podría ser cualquier otra, incluso la actual. Pero no merece la pena, porque el mayor mérito del libro es que se trata de una novela de aventuras clásica, de las de siempre, extraordinariamente ambientada y protagonizada por unos personajes inolvidables. Una aventura fascinante que consigue devolverte a la niñez, a aquellas tardes de verano devorando páginas repletas de corsarios, espadachines, misteriosas y bellísimas damas y pérfidos asesinos. Solo por eso es apasionante.

¡Imprescindible.
Queremos más!

hace 3 meses

Recupera la esencia de las novelas de aventuras de siempre y homenajea a los 3 mosqueteros con un estilo muy "Revertiano". Muy entretenida pero muy breve.

hace 2 semanas

Como siempre Alatriste no defrauda. Una novela de aventuras de toda la vida donde los personajes están más descreídos que nunca, pero continúan hacia delante con la misión que le encomiendan. Además nos visitan secundarios de lujo como los mosqueteros más famosos y el cardenal Richelieu, y aunque tenía un poco de desconfianza con la introducción de estos personajes en el mundo Alatriste, reconozco que lo ha sabido tratar de una forma bastante elegante. Mención aparte me parece el tratamiento del lenguaje que hace Reverte que consigue trasladarnos al siglo XVII con la forma de hablar de los protagonistas sin que apenas nos demos cuenta. Un capítulo más de la saga del capitán Alatriste que se devora en suspiro.

hace 1 mes

Excepto la misión final y la aparición de los Mosqueteros, es un libro continuista que no aporta gran cosa al mundo Alatriste. Eso sí, es entretenido.

hace 1 mes

Para el Capitán Alatriste lo que debe hacer en Francia no es para vanagloriarse, pero el que manda, manda, y mucho. Estamos en 1628. Lo he visto tan silencioso y tan honorable como siempre, pero creo que él mismo se avergüenza de que él y sus hombres se vean envueltos sin guisarlo, pero sí comiéndose el conflicto entre Inglaterra, Francia y España, en medio del asedio a La Rochela, donde los hugonotes resisten de mala manera a las fuerzas francesas católicas. Me ha gustado el encuentro con los tres mosqueteros, Athos, Porthos y Aramis y el locuelo y joven D'Artagnan. Un detalle por parte del autor. Pero mi corazón queda roto al ver que a los cuatro “señores españoles”, y que los que les obligan a intervenir, entre ellos el conde-duque de Olivares, los dejen a su suerte. Bueno, pienso que es el sino del capitán Alatriste. "Nunca olvides las reglas. Las propias... En gente como nosotros, es lo único a lo que acogerse cuando todo se va al carajo." Espero que el autor no olvide a Alatriste mientras viva, y que siga recreándonos con más aventuras del genial espadachín, con la forma de expresarse de esa época que tan bien sabe reproducir Pérez-Reverte. Talmente parece que estás leyendo un clásico. ¡Qué maravilla!

hace 1 mes

Pocas páginas y demasiadas paja repetitiva de anteriores entregas...la misión final de altísimo nivel por eso le subo a un siete...esperaba más

hace 1 mes

La última aventura del capitán Alatriste, conserva el estilo sobrio y elegante de Pérez-Reverte, pero se resiente en intensidad. La trama avanza con menos ritmo que entregas anteriores, y escasean los duelos y desafíos que solían amenizar la saga.

hace 2 meses

Muy buena continuación de las aventuras del capitán Alatriste, después de tan larga espera. Como siempre, muy bien documentado y escrito. La aparición de los mosqueteros le da un regusto a aventuras clásicas. Es de las novelas del capitán que más me han gustado.

hace 2 meses